Para mi querida madrinita

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Para mi querida madrinita:
Para mí, este debería ser considerado un día internacional. No todos gozan la fortuna de tener una Madrina de oro como tú. Jamás existirá distancia que nos separe, ni canallas que puedan cambiar mi forma de quererte. Un amor que sembraste en un pequeño crío estúpido alguna vez, floreció en un ahijado que siempre sabrá que te tiene, tal como tú sabes que lo tienes a él. En las buenas, en las malas, en las regulares e incluso en aquellas donde la monotonía predomine, yo siempre te tendré en el corazón. Por ello, quiero desearte un feliz cumpleaños colmado de bendiciones y salud. Para que, en alguno de estos días, quizás, si Dios así que lo quiere, volver a recibir uno de tus cálidos y amorosos abrazos de nuevo. Mis mejores deseos, madrina.
Tu ahijado,
Nelson G.